El gerente del Instituto Murciano de Acción Social se reúne con la Comisión de la Discapacidad para explicar los detalles del cierre del centro ocupacional de la pedanía murciana.
17.06.13 - 14:29 - LAVERDAD.ES. MURCIA
El Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) garantizará a todos los usuarios del Centro Ocupacional de Espinardo, 28 en la residencia y 74 en el Centro de Día, una plaza pública en instalaciones más modernas y confortables, según ha asegurado este lunes el gerente de este organismo, Fernando Mateo, durante la reunión mantenida con la Comisión de la Discapacidad.
17.06.13 - 14:29 - LAVERDAD.ES. MURCIA
El Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) garantizará a todos los usuarios del Centro Ocupacional de Espinardo, 28 en la residencia y 74 en el Centro de Día, una plaza pública en instalaciones más modernas y confortables, según ha asegurado este lunes el gerente de este organismo, Fernando Mateo, durante la reunión mantenida con la Comisión de la Discapacidad.
Mateo explicó que en Espinardo se localiza un complejo social, transferido por el IMSERSO a la Comunidad Autónoma, que históricamente reunía a enfermos mentales, mayores dependientes y personas con discapacidad, “a los que poco a poco hemos ido desalojando porque el conjunto de edificios, que datan de la década de los 60-70, no reunían las condiciones adecuadas para la prestación de los servicios que se ofertan actualmente en este tipo de centros”.
Así, recordó que desde 2008 se inició el traslado de enfermos mentales y personas mayores a otras plazas públicas, “y ahora hemos tomado la decisión de hacer lo propio con las personas con discapacidad porque el complejo de Espinardo es obsoleto y presenta deficiencias tanto estructurales como funcionales”.
Oferta a las familias
El responsable del IMAS remarcó que los usuarios “se van a reubicar en instalaciones mucho más preparadas que el actual Centro Ocupacional y se van a respetar las condiciones del servicios que venían recibiendo”, por lo que subrayó que las familias de los usuarios “sólo tendrán que elegir entre la oferta de plazas la que más les convenga”.
El IMAS va a reunirse con las familias de cada una de las personas que acuden o viven en el Centro Ocupacional de Espinardo “para tratar de manera individualizada cada caso y buscar la opción más adecuada a cada usuario, bien en residencia, Centro de Día o viviendas tuteladas, en su caso”.
El objetivo de esta medida es que el próximo 1 de septiembre, una vez concluido el plan de vacaciones del centro, “cada usuario esté ubicado en su nueva plaza”.
De igual modo, Mateo indicó que se estudiará cada caso del personal al servicio de este centro con el objetivo de reubicarlo en el puesto más adecuado a sus características profesionales y necesidades personales.
El gerente del IMAS mostró su convencimiento de que “en muy corto espacio de tiempo, las familias valorarán el esfuerzo que supone para el IMAS el traslado de los usuarios del centro de Espinardo a otras residencias y centros de día, porque van a comprobar cómo mejoran las condiciones de espacio y confortabilidad de los usuarios”.
RESPUESTA DE LA PLATAFORMA A LA COMISIÓN DE LA DEPENDENCIA.
En dicha información se le
ha comunicado que “se le garantiza a todos los usuarios una plaza pública”.
Esta información lleva a error, dado que lo que se oferta es en realidad una
“plaza pública en un centro concertado”, que depende de ayudas y
subvenciones susceptibles de desaparecer. Así, por ejemplo, a Enero de 2014
podría ocurrir que esa plaza se convirtiera en una plaza fantasma.
Fernando Mateo, por lo visto
no conoce toda la realidad del Complejo Residencial de Espinardo, pues no sabe
o no quiere saber cuando habla del anterior desalojo en el citado complejo. Lo
que en realidad se produjo fue un traslado en bloque de los otros centros del
complejo (enfermos mentales, mayores dependientes…) a otros centros públicos
(actuales Virgen del Valle y Obispo Javier Azagra), manteniendo el servicio
público que se ofrecía. Por contra, lo que ahora se propone es que el C.O.
de Espinardo desaparezca como tal, reconvirtiendo sus plazas públicas
en plazas privadas-concertadas, disgregando al conjunto de usuarios y
destruyendo el proyecto socioeducativo que éste está llevando a cabo. No es lo
mismo.
Aunque como se indica en el
artículo, el Conjunto de Espinardo data de los años 60-70, se obvia la
información de que concretamente las instalaciones del C.O. de Espinardo fueron
remodeladas y reinauguradas el 18-2-1997 por D. Ramón Luis Valcárcel. De
las actuales deficiencias estructurales y funcionales no han aportado más
prueba que la afirmación verbal de que existe un informe en el que se han basado.
Apuntar también que ante estas deficiencias no documentadas había un compromiso
por parte del IMAS de construcción de un nuevo edificio en el solar del antiguo
C.O. de Churra, proyecto que se paralizó debido a la actual situación
económica.
Cuando se habla de que “se
van a respetar las condiciones del servicio que venían recibiendo”, los
familiares de los usuarios le exigen por escrito ese compromiso. Se les ha negado.
Dudamos de que en los centros concertados, con mayores limitaciones de personal
y económicas, puedan, por mucho que lo intenten, ofrecer el servicio integral
que se les ofrece en el Centro Ocupacional.
El gerente del IMAS está
convencido de que “van a comprobar cómo mejoran las condiciones de espacio y
confortabilidad de los usuarios”. Él mismo reconoció en su visita que no tiene
queja del funcionamiento del centro y valoraba el esfuerzo de los profesionales
que en él trabajan a lo largo de estos años. Si no hay queja en ese sentido,
hemos de entender que la mejora será estética… a cambio de romper drásticamente
los vínculos con la mayoría de sus compañeros, con todos y cada uno de los
profesionales con los que en muchos casos llevan décadas evolucionando y
aprendiendo y forzándoles a una especie de “adopción forzosa” cuando su
“familia del Centro” aún está dispuesta a seguir haciéndose cargo de ellos.
Estos argumentos no
convencen ni a usuarios, ni a familiares ni a trabajadores.
CONCLUSIÓN:
Si realmente los informes técnicos avalasen la imposibilidad de mantener el
centro, esto no ha de implicar necesariamente su desaparición, sino que, insistimos,
si lo que se busca es el bienestar de los usuarios, sería más conveniente para
ellos el traslado en bloque a otras instalaciones que permitieran la
continuidad del proyecto socioeducativo único y específico con el que se
atiende actualmente a los 104 usuarios.
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